Los juegos en la comprensión andina no son solo una actividad recreativa o lúdica de los niños, se puede decir que toda la vida en los Andes es juego. El juego (pukllay en quechua) tanto en los niños y adultos es la forma de vivir afectuosa y alegremente con los demás, con el ayllu y los amiguitos, en ese sentido es tejer relaciones, es vivir en sintonía con la ciclicidad de la Madre Naturaleza y adquirir permanentemente competencias, ya que en cada juego se da el “apakuy” o “atipay”, donde uno trata de ser bueno o el mejor.
El juego es también circunstancial, como manifestaba Maribel Núñez Vilca de Unión Potrero: “cuando el niño de una mujer embarazada juega con cosas de mujercitas como una muñeca, es para que el bebé en espera sea mujer”.
En la ejecución de los juegos se vive una relación estrecha entre el juego y la realidad. Así, por ejemplo, no se puede jugar a la lluvia o al viento cuando no es su momento. Jugar es, en cierto modo, llamar o invocar, por ello se puede y debe hacerse en su lugar y circunstancia. Se aprecia una conexión lúdica entre lo que hace el humano y lo que en la naturaleza sucede.
Los niños tienen el oficio de jugar, pero no siempre lo hacen con muñequitas y carritos, sus juegos están ligados a las actividades agrícolas, a las interacciones con la naturaleza, a hechos que suceden en la familia y la comunidad; lo cual les permite aprender naturalmente habilidades diversas para la vida; juegan a los matrimonios, juegan a los abigeos, juegan a la construcción de casas, juegan a la chacra, a la cocina, a los telares, juegan a los entierros, juegan a las asambleas comunales, etc. De esta manera, los juegos generan aprendizajes y estimulan las destrezas. Por los juegos, los andinos desde niño aprenden a procesar sus emociones, sus sentimientos y saber sobrellevar lo que les afecta negativamente. Algunos de los juegos que practican los niños y niñas son:
· Poroto tinkay. Los que pegan en el poroto de su contrincante se van recogiendo como suyo, para ello el niño tiene una diversidad de poroto. Este juego corresponde al mes de abril y mayo.
· El trompo en el mes de noviembre. El ganador tiene la potestad de “matar” al trompo del perdedor.
· El cuy y la comadreja o gato
· Pakapaka (a las escondidas)
· Zanga paway (saltó a las zanjas)
· Tipa pakaq (escondiendo prendedores)
En los adultos, el juego se da en todo espacio colectivo, en el desarrollo de las actividades agrarias, se juega en la construcción de las casas, en los velorios; en estos casos, los juegos son más sagrados. Estos juegos acrecientan las formas de convivencia armoniosa del hombre con todos los elementos de la naturaleza y las deidades. El juego (pukllay) también es una recreación festiva de momentos difíciles y desarmonizadoras, y en general todo tipo de fiesta donde se hacen bromas, se juega, se canta, ríe, danza:
· En la fiesta de Yarqa Aspiy, tanto adultos como niños, mediante los personajes conocidos como Invisiones, juegan a los hechos que realizan los curas y su sacristán.
· En la fiesta de carnaval, donde el pukllay es intenso en todo el mes de febrero. Es una celebración vinculada con las primeras cosechas del año agrícola.
· El juego con el fuego en los rituales funerarios. Donde el Maza (yerno) elegido para el ritual, está autorizado a jugar con el fuego, para que todos estén despiertos y que no vengan malos espíritus que perjudiquen al difunto.
· En los encuentros de Vida Michiy (pastoreo de la vida), donde se canta y baila, se acostumbra desarrollar juegos de competencia conocidos como el “lapyay”, sobre estos encuentros ejercen control los Samis. Los Samis, son personas mayores o ancianas que aparecen para mediar el ‘lapiaz’. Y el ‘lapyay’ viene a ser un intercambio de golpes con el dorso de la mano entre las mujeres o varones que representan a un determinado grupo de jóvenes de dos sectores de pastoreo de ganados. Amayani y Pucahuasi, son grupos de jóvenes organizados por un ayllu y liderados por un Uma (jefe).
· En la construcción de las casas aparece un personaje vestida de anciana llamada como Mamalla, para jugar con todos los presentes con el muqu (un palo provisto de nudo) y a la vez para recriminarla a las personas que no colaboraron en la construcción de dicha casa, y a los más faltosos le apresa maniatando sus manos en la espalda, quien debe recobrar su libertad colaborando con bebidas o productos.
· En los rituales de Sara iskuy (desgranado de maíz) en las ceremonias del matrimonio, para que las semillas y runas (humanos) se sientan contentas; todos los concurrentes también juegan con las semillas. En este ritual, los Mazas, para hacer jugar, cogen la variedad de maíz conocida como Acisara (maíz de la risa), el wayrasara (maíz aire), Qarampa (mazorcas cubiertas con sus brácteas)
.
En la visión andina, se habla también de semillas juguetonas, del urqu (cerro) y la Mama Pacha (madre naturaleza o madre tierra) que se juega con los niños e igual con los mayores, por ello, es muy frecuente escuchar: urqum pukllakurusqa warmataqa (el cerro se ha jugado con el niño).
Lista para jugar.
Las niñas también juegan al trompo.
Antes de iniciar jugar.
Jugando al tipa tipa.
Mostrando su concentración.
El fútbol es un juego infaltable.
Copyright © 2021 Asociación Bartolomé Aripaylla - Todos los derechos reservados.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.